Daniel Radcliffe/Harry Potter.Dos historias y una vida

DANIEL RADCLIFFE , LOS MEDIA Y EL PODER SIMBOLICO


Está siendo anhelado por millones de niños que desean ser como él. Como es, por supuesto, en la pantalla. Nueve años metido en la piel de un personaje cuyo roce desde su infancia y hasta la adolescencia le ha condicionado ya para toda su vida. Ahora, con 20 años, es un icono mundial y el actor joven más rico del mundo.
Parece que estaba predestinado para vivir una vida de magia cuando en 1999 actúo como un joven David Cooperfield en una película sobre el famoso mago. Ni el Director de la primera entrega; Chris Columbus; ni la autora del libro J. K. Rowling tuvieron dudas, el sería Harry Potter en la ficción. La emoción que envolvió al entonces niño de once años por ser su heroe queda patente en una de sus declaraciones al saber la noticia:
““Mi papá entró y me dijo que había conseguido el papel de Harry Potter. Lloré, estaba tan feliz. Me desperté en medio de la noche, alrededor de la una y media, y desperté a mi papá también, solo para asegurarme con él de que todo no era un sueño. Que yo realmente iba a ser Harry Potter”.
Un sueño que se hizo realidad y que ha sido objeto de seguimiento por una legión de admiradores de esta saga a lo largo de las seis peliculas estrenadas y otra que se estrenará en el año 2010.
Es un ejemplo de cómo los medios –en este caso el cine- ha modificado el comportamiento individual del sujeto en su relación con la sociedad. Empezaremos realizando un par de consideraciones.
En primer lugar como se llegan a crear “grupos sociales” fácilmente perceptibles e identificables.
Cuando en Noviembre de 2001 se estrenó “Harry Potter y la Piedra Filosofal” primera película de la saga, que por otra parte ya era un best seller, la expectación fue increíble. Aquí en España fue un acontecimiento social y
asistieron, junto a los niños que deseaban ver en carne y hueso a su ídolo, famosos de todo tipo buscando la magia que encontraron en las páginas del libro de J.K. Rowling . Ya formaban parte de un grupo social incipiente con el que compartían esa fiebre común que era el fenómeno Potter y que no es otra cosa que otra forma de “movimiento fan”.
Representación imaginaria y estereotipos mentales, los fans buscan parecerse a aquellos que les sirven de modelo y éste no era un caso diferente. Con una estética gótico-victoriana –muy al gusto actual-, excelentes decorados, cuidada ambientación y efectos especiales muy realistas, los productores sabían muy bien al público que querían llegar. Todo conformaba que los seguidores del niño mago se sintieran parte de un grupo definido y concreto. Lo explica de forma muy acertada J. B. Thompson cuando indica:
“De una forma u otra, la mayoría de los individuos en las sociedades modernas establecen y mantienen relaciones no reciprocas de familiaridad con otras distantes. Los actores y actrices (...) se convierten en figuras familiares y reconocibles”*
*John. B. Thompson. Los media y la modernidad. Pág. 285
Esta percepción se caracteriza por considerarse miembro de un conjunto humano bien definido, con sus connotaciones específicas. Es el poder del colectivo.
Una segunda consideración atiende a otra vertiente, mucho más íntima, la que conforma la relación actor-sujeto, mucho más difícil de detectar. La suma de la opción personal y colectiva nos va a servir para explicar la diferencia de percepción y construcción de la realidad imaginada en función del tipo de interacción. La “intimidad no reciproca” que indica en su libro John. B,Thomson (pág 286) tiene diferentes facetas en función del fan receptor. Pero siempre con un punto de cotidianedad, incorporándolo a su día a día.
Otro aspecto destacable es la diferencia entre emisor y receptor. No es lo mismo el que genera esa percepción que el sujeto o sujetos que la perciben. Los creadores de esta saga de películas, cuando están creando en los estudios Leavesden en Gran Bretaña la realidad inventada que es una película, buscan por supuesto influir entre los espectadores, pero no pueden llegar a percibir –aunque por supuesto la buscan- la diferente influencia que tendrán en otros sujetos.
Parafraseando lo que indica John b. Thompson, cuando creamos formas simbólicas los individuos utilizan diversos recursos para ejecutar acciones que intervienen en el curso de los eventos. De dicha acción surge una reacción. Y
a esta capacidad de intervenir en el curso de los acontecimientos que pueden llevar a otros a actuar de diversas maneras, a seguir el curso de una acción en vez de otra, a creer, a dudar o a afirmar diferentes cosas se le puede llamar, y así lo utiliza el autor “poder simbólico”
Sirva como ejemplo un estudio del British Medical Journal de Oxford. En él se aportan datos muy reveladores sobre la influencia de las novelas de J.K Rowling y la saga de Harry Potter. Los doctores Stephen Gwiliym, Dominic P. J. Howard, Nev Davies y Keith Willett evaluaron cuántos niños –de 7 a 15 años – con lesiones musculares u óseas había atendido su departamento de urgencias durante los fines de semana de los últimos tres veranos. El periodo estudiado contiene dos sábados clave para los fans de Harry Potter: el 21 de junio del 2003 –día de publicación en la Gran Bretaña del antepenúltimo libro – y el 16 de julio del 2005 –fecha de salida del penúltimo. Las diferencias eran espectaculares. La media de admisiones, que rondaba los 70 casos, bajó a 36 y 37 en los fines de semana potterianos. En ningún otro fin de semana de estos tres años hubo menos de 50 ingresos, fluctuando la mayoría entre 70 y 80. Incluso consultaron a la oficina meteorológica para poder descartar factores climáticos. Los descartaron. Los culpables del brutal descenso de accidentes son los libros de Harry Potter, que paralizan las actividades de riesgo físico entre sus lectores. La publicación del estudio corrobora los presuntos efectos benéficos que suelen atribuirse a la lectura. Este es un dato empírico, que podemos intercalar con otros , hasta ahora perniciosos: Don Quijote volviéndose loco de tanto leer libros de caballerías, Mark Chapman leyendo El guardián en el centeno de Salinger antes de asesinar a John Lennon o decenas de niños defenestrándose alegremente tras leer los cómics de Superman.
También en la saga Harry Potter podemos encontrar efectos adversos, como los niños que quieren introducirse en la brujería. En algunos ámbitos incluso se señala su lenguaje como invocador de Satán por su lenguaje y simbología. Un niño expresaba en la revista “The Onion” (27 de Julio al 2 de Agosto de 2000): "Harry Potter me ha enseñado que la magia es algo real y que la Biblia está llena de mentiras aburridas". Otro niño decía: "Los libros de Harry Potter son guay, porque lo enseñan todo sobre la magia y lo enseñan también a controlar a las personas y tomar revancha contra los enemigos".
Como vemos, tenemos diferentes puntos de vista en función de las personas afectadas, pero sí hay algo común a todos ellos y es que la importancia de su poder va en función del crecimiento de la audiencia. De ahí la importancia de seleccionar el público al que va dirigida la producción. En este caso concreto, la imagen de Daniel Radclifffe y Harry Potter va dirigida al grupo social mas
receptivo a los soportes mediáticos y también mas vulnerable; menores y adolescentes. Podemos observar la preocupación legislativa en proteger las diferentes audiencias tanto infantiles como juveniles frente a contenidos concretos –especialmente violentos- . Esta protección se debe a la previsible susceptibilidad en esas etapas de la vida y a su escasa experiencia en aspectos de medios de comunicación y a no disponer de recursos a los que recurrir para discernir los contenidos que llevan los medios.
La utilización de estas carencias parece algo bastante evidente, la industria cinematográfica en particular y audiovisual en general desea captar al espectador adolescente e infantil. Prueba de ello son las cantidades ingentes de series televisivas protagonizadas y dirigidas a jóvenes. Buscando de forma clara crear tendencias y modas . Esto es algo que autores como Odina y Haveli (Odina, M. y Halevi, G. (1998): El factor fama. Barcelona: Anagrama) han denominado “la industria de la celebridad”.
Con ello, y enlazando con el fenómeno de los fans podemos observar otro dato que queda de manifiesto de manera clara; el proceso de globalización; podemos encontrar los mismos argumentos, lenguajes y estereotipos de Harry Potter, igual que con series de éxito, en los lugares mas alejados del planeta. Todo ello, además, favorecido por la red global que es Internet.
En las preferencias de los adolescentes parece comprobado el gusto por la ficción y los programas de acción en general. Con ello se les facilita una identidad grupal y una cierta subcultura que acaba generando un mercado comercial manejado, normalmente, por los que han creado dicha figura modelo. Es bastante habitual observar como en las tiendas se aprovechan del tirón mediático para incrementar ventas. Y que se conforme una industria de merchandising alrededor de cualquier fenómeno mediático. Es el la parte económica del poder simbólico. A lo largo de la historia reciente, la industria se ha ido adaptando a cada escenario y a cada época, buscando siempre la explotación comercial del feómeno fan. En algunos blogs he encontrado datos interesantes sobre todo lo que envuelve este mundo, desde los origenes hasta el mundo actual (http://teoriaclararoso.blogspot.es/) En el caso de Harry Potter es frecuente encontrar productos que identifican al usuario y llegan a formar parte de su imagen personal, ropa o accesorios. Por supuesto también revistas, videojuegos, cd’s, etc.… Ello junto con otras partes de la imagen personal como el peinado o el vocabulario crean y modelan su identidad alterando de forma significativa su estado inicial. La gratificación íntima que logran, identificándose con los protagonistas, sintiendo lo que sienten y riendo lo que rien, forma parte de un todo.
Una de las series de mayor éxito, tanto en España como en todo el mundo “Friends” posee unas características muy interesantes sobre lo que hemos citado. Y bastantes semblanzas con el fenómeno “Harry Potter”. Muy interesante, por cierto, es el analisis que realiza Maria del Mar Grandio en su
libro “ Audiencia, fenómeno fan y ficción televisiva. El caso de friends” donde refleja tanto las características de la audiencia de esta serie como su evolución a lo largo de los años.

Este año el fenómeno fan tiene, como es natural, nuevos elementos que hacen furor entre los mas jovenes; Hannah Montana, Los Jonas Brothers o las películas de High School Musical ya están incorporados al día a día de millones de admiradores (http://blogs.20minutos.es/revelados/post/2009/04/29/el-fenaimeno-fan). Todo ello reforzado por el bombardeo constante de medios audiovisuales como el canal Disney Chanel que se ha convertido en lider en audiencia juvenil (http://www.abc.es/hemeroteca/historico-03-10-2009/abc/TvyRadio/el-canal-de-tdt-disney-channel-lider-entre-la-audiencia-infantil_103352921216.html). En este hecho tiene mucho que ver los cambios estructurales de familia y su poder adquisitivo.
Y es que el fenómeno como tal, que en un principio manifestaba una cierta rebeldia contra lo convencional ha pasado a ser comercializado y son el elemento buscado y objeto de deseo de empresas discográfica y audiovisuales. La manipulación llega al punto de haber cambiado las tornas; antes era el admirado el que originaba legiones de fans. Ahora se estudia mediante diversas técnicas de marketing a los potenciales admiradores y se le ofrece un “producto” que se adapte a ese segmento de público o target. Se busca que el admirador forme parte de un colectivo y se sienta identificado con él.
Como refiere Thompson,
“ser fan consiste en organizar la vida diaria de uno mismo de manera que el seguimiento de una determinada actividad (…) llega a constituirse como preocupación central del yo”*
* John. B. Thompson. Los media y la modernidad. Pág. 287
Ciertamente también existen grupos de jóvenes que rechazan de forma masiva las tendencias comerciales pero estos también buscan su propia identidad grupal propia. Al parecer todos buscan sentirse miembros de un grupo sea más o menos marginal.
En el caso de la saga de Harry Potter estamos hablando de un fenómeno fan que se ha dilatado en el tiempo, con diez años de vida, similar a otros productos como Star Trek o la citada serie Friends. Esto, lo que genera también, es un escenario en la que el fan tiene ya una cierta madurez social. Como se indicaba al principio los seguidores de la saga han crecido con sus actores.
Su público se extiende, por tanto, más allá de los niños y su impacto ha superado con creces el del puro entretenimiento. Además de las miles de líneas de ficción y ensayo escritas por sus 'fans', las incontables páginas web o las más de 300 bandas de rock de magos, la saga ha inspirado a grupos activistas, como la 'Alianza de Harry Potter', fundado por Andrew Slack, de 28 años y consultor en Boston.
Representa, como se ha citado mas arriba en lo que es la industria fan, una franquicia mediática, valorada en más de 670 millones de euros, y un personaje de la cultural global. Traducido a 65 idiomas, los libros se han unido a obras tan influyentes como 'La Cenicienta' o 'La Guerra de las Galaxias', proporcionando a la gente argumentos sobre temas tan dispares como la cultura y el comercio, la política y los valores. Las estudiosas feministas escriben artículos sobre el camino de Hermione hacia la autodeterminación. Los profesores de leyes citan la historia de Dobby para enseñar Derecho Contractual y derechos civiles. Un profesor de la Universidad de Tennessee, Benjamin Barton, publicó Harry Potter y la burocracia medio loca en la Michigan Law Review, que examinaba la visión de Rowling sobre la legitimidad del gobierno. Los intelectuales franceses debaten acerca de si sus historias adoctrinan a los niños en el capitalismo y el libre mercado.
A pesar de que las caras aniñadas de las primeras entregas son un recuerdo del pasado (En la primera película, que se estrenó en el año 2001, tenían respectivamente 11, 10 y 12 años de edad), la próxima película reúne a los tres héroes de la serie con 19,20 y 21 años. Daniel Radcliffe como Harry Potter, Emma Watson como Hermione Granger y Rupert Grint como Ron Weasley. A los tres les costará -y quizá no lo logren nunca- separar su personaje ficticio del real.
La propia autora; J.K Rowling se vió sorprendida por el éxito y la fama de un personaje que también le ha transformado la vida y que la ha perseguido durante 17 años. Cuando salió a la venta el último libro de la saga (el séptimo) en Febrero de 2008, ya denotaba una mezcla de nostalgia y liberación. Pero de algo no cabe duda, ahora mismo Harry Potter tiene mas poder que su creadora.
¿Y como le ha ido al protagonista? A Daniel Radcliffe parece cansarle ya estar siempre visto como Harry Potter. Es, posiblemente un victima de su papel. “Debo ser el único chico del mundo que no quiere un octavo libro de Harry Potter” decía en unas declaraciones al semanario el Semanal en Julio de 2009. En dichas declaraciones parece denotar un cierto hastío y también una madurez a la hora de ser crítico con el papel de Harry Potter. Es consciente de su papel de símbolo y lleva, al parecer, bien la fama, a pesar de que ha sido famoso casi toda su vida.
Su influencia entre los admiradores, su figura de icono mediático, le ha llevado, como no, a crear diferentes tipos de “reliquias” modernas. Todo el vestuario y atrezzo de las películas es subastado como tesoros. En alguna ocasión ayudando a causas sociales como cuando donó sus primeras gafas de Harry Potter para una exposición sobre víctimas del Holocausto en Enero de 2008 (http://www.lavanguardia.es/gente-y-tv/noticias/20080103/53423429420/daniel-radcliffe-dona-sus-primeras-gafas-a-una-exposicion-en-memoria-a--las-victimas-del-holocausto-.html).
"Para mí, las películas siempre han sido una pérdida de inocencia", aseguró Daniel Radcliffe en dicha entrevista. "Cuando Harry entró en este mundo, todo era increíble, genial y una especie de pureza. Sin embargo, a medida que las películas avanzaban, todo eso se desintegró por completo, y él se va dando cuenta de que el mundo de la brujería tiene tantos retos, sino más, que en el mundo en el que creció anteriormente.
Es un caso singular ya que estos diez años (y el próximo) en que ha sido para todos mas Harry Potter que Daniel Radcliffe le han supuesto, además de ser millonario, una cierta perdida de identidad, a la vez que millones de fans admiraban a un niño mago que, a pesar de ser un mago, no dejaba de ser un niño.





Fuentes:
Bibliográficas
- John. B. Thompson. Los media y la modernidad. Ed. Paidos
- Odina, M. y Halevi, G. El factor fama. Ed. Anagrama
- XL Semanal. Revista nº 1131, 28 de Junio al 4 de Julio de 2009
- “The Onion”. Revista, 27 de Julio al 2 de Agosto de 2000
- Maria del Mar Grandio.Audiencia, fenómeno fan y ficción televisiva. El caso de friends. Ed. LibrosEnRed 2009. Colección Comunicación.

Webgráficas
- http://harrypotter.warnerbros.es/main/homepage/home.html
- http://www.mundoextra.com/daniel-radcliffe/
- http://www.mundopotter.com/
- http://es.wikipedia.org/wiki/Harry_Potter
- http://www.bmj.com/cgi/content/full/331/7531/1505
- http://www.lavanguardia.es/gente-y-tv/noticias/20080103/53423429420/daniel-radcliffe-dona-sus-primeras-gafas-a-una-exposicion-en-memoria-a--las-victimas-del-holocausto-.html
- http://teoriaclararoso.blogspot.es/
- http://www.abc.es/hemeroteca/historico-03-10-2009/abc/TvyRadio/el-canal-de-tdt-disney-channel-lider-entre-la-audiencia-infantil_103352921216.html
- http://blogs.20minutos.es/revelados/post/2009/04/29/el-fenaimeno-fan

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