¿Las TIC para un escenario global o puramente empresarial?
Creo que indicar que nos encontramos ante una nueva revolución industrial provocada por las TIC no es una mera afirmación, sino constatar una realidad.
Pero también creo que todo lo que conlleva esta nueva realidad va a generar unos ciertos conflictos que podrían resumirse por ejemplo en:
¿Qué será lo que imperará?, ¿una economía global que compartirá conocimiento (y permitirá también su acceso)? ¿Se creará un nuevo sistema que habrá que construir y definir? ¿Los propios estados utilizarán estos nuevos medios para mantenerse en el poder?, ¿las corporaciones se constituirán en órganos de poder supranacional?
La respuesta es compleja. Ahora mismo estamos convergiendo entre los ciudadanos pre-brecha y los post-brecha. Alfred North Whitehear dijo en 1927 que “la tragedia del mundo es que aquellos que son imaginativos tienen poca experiencia y los que tienen experiencia tienen imaginación débil”. Yo modificaría experiencia por poder y tendría una actualización al mundo actual casi un siglo después.
El poder financiero y su control sobre los estados lo acabamos de ver en esta crisis que nos envuelve; el dinero que esta saneando la banca mundial –banca privada- lo aporta la cosa pública; el estado. Un estado del que todos formamos parte pero que ha sido utilizado –esta siéndolo- por las grandes empresas. Y en la que el ciudadano es, según interese; contribuyente, cotizante, votante….y siempre peón.
Volviendo al tema puramente empresarial y citando a Manuel Castells “Si existe una nueva economía es porque ha habido un aumento considerable de la productividad. Sin ese crecimiento tan radical de la productividad podríamos aún afirmar que se está produciendo una revolución tecnológica, pero no necesariamente que nos hallemos ante una nueva economía” (Castells, 2001).
Este es un aspecto a considerar ya que las TIC pueden aplicarse a la retroalimentación del conocimiento, pero sin una aplicación práctica para incrementar la productividad no estaríamos hablando de un nuevo modelo económico. Tampoco centrarse, según la cita de economistas clásicos como Malthus y otros, en que la tecnología es una herramienta más en el incremento de la productividad. La transformación social que están generando va mas allá, aunque, en este punto, mi opinión no da por hecho que las TIC se aplican ya en la generación de conocimiento. Pienso que se aplican de forma incipiente pero no masiva. Aquí queda mucho por recorrer.
El poder que ostentan las grandes empresas sobre los gobiernos pienso que buscan un mantenimiento de la situación utilizando las TIC como palanca de crecimiento empresarial primero y postergando lo social a un segundo plano. No obstante, la potencia de esta revolución cultural, social y tecnológica es tan grande, que estoy convencido que la globalización del conocimiento será finalmente ganadora, seguramente no podemos concebir todavía su resultado final pero su transición la vamos a contemplar con seguridad.
© Ramón García Espeleta
Pero también creo que todo lo que conlleva esta nueva realidad va a generar unos ciertos conflictos que podrían resumirse por ejemplo en:
¿Qué será lo que imperará?, ¿una economía global que compartirá conocimiento (y permitirá también su acceso)? ¿Se creará un nuevo sistema que habrá que construir y definir? ¿Los propios estados utilizarán estos nuevos medios para mantenerse en el poder?, ¿las corporaciones se constituirán en órganos de poder supranacional?
La respuesta es compleja. Ahora mismo estamos convergiendo entre los ciudadanos pre-brecha y los post-brecha. Alfred North Whitehear dijo en 1927 que “la tragedia del mundo es que aquellos que son imaginativos tienen poca experiencia y los que tienen experiencia tienen imaginación débil”. Yo modificaría experiencia por poder y tendría una actualización al mundo actual casi un siglo después.
El poder financiero y su control sobre los estados lo acabamos de ver en esta crisis que nos envuelve; el dinero que esta saneando la banca mundial –banca privada- lo aporta la cosa pública; el estado. Un estado del que todos formamos parte pero que ha sido utilizado –esta siéndolo- por las grandes empresas. Y en la que el ciudadano es, según interese; contribuyente, cotizante, votante….y siempre peón.
Volviendo al tema puramente empresarial y citando a Manuel Castells “Si existe una nueva economía es porque ha habido un aumento considerable de la productividad. Sin ese crecimiento tan radical de la productividad podríamos aún afirmar que se está produciendo una revolución tecnológica, pero no necesariamente que nos hallemos ante una nueva economía” (Castells, 2001).
Este es un aspecto a considerar ya que las TIC pueden aplicarse a la retroalimentación del conocimiento, pero sin una aplicación práctica para incrementar la productividad no estaríamos hablando de un nuevo modelo económico. Tampoco centrarse, según la cita de economistas clásicos como Malthus y otros, en que la tecnología es una herramienta más en el incremento de la productividad. La transformación social que están generando va mas allá, aunque, en este punto, mi opinión no da por hecho que las TIC se aplican ya en la generación de conocimiento. Pienso que se aplican de forma incipiente pero no masiva. Aquí queda mucho por recorrer.
El poder que ostentan las grandes empresas sobre los gobiernos pienso que buscan un mantenimiento de la situación utilizando las TIC como palanca de crecimiento empresarial primero y postergando lo social a un segundo plano. No obstante, la potencia de esta revolución cultural, social y tecnológica es tan grande, que estoy convencido que la globalización del conocimiento será finalmente ganadora, seguramente no podemos concebir todavía su resultado final pero su transición la vamos a contemplar con seguridad.
© Ramón García Espeleta
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